lunes, 29 de enero de 2018

VIEJO (Poema)

























VIEJO

Viejo si, muy viejo...
Viejo sí,
pero,
en esa mirada de niño  
claramente,                  
aún se puede ver
tanto,
el sol espléndido 
de una mañana de mayo,
como en las arrugas de su frente,
se distinguen 
al instante,
el hormiguero de los días,
las meteduras de pata,
o los anhelos del tiempo
que fue pasando,
el amor,
y hasta esos tantos por ciento 
de inquietud
que calló su boca...

Pero su voz eclipsada
sus hombros abatidos,
sus breves pasos,
y sus manos artríticas,
dicen viejo,
viejo si...

Solo su mente
lo mantiene lejos
de este extraño
de ahora,
no se reconoce en sus pellejos,
ni tampoco en la calva
que cubre su cráneo, 
se ve,
ni los dedos sarmentosos
que pueblan sus manos,
le parecen suyos...

El tiempo lo alejó tanto de si,
qué de aquel castillo
que fue,
nada queda,
su torre de sueños
colapsó,
ahora
solo quedan piedras,
piedras sueltas...
y eso es él,
un fantasma,
que da vueltas
sobre un montón de piedras
y de recuerdos difuminados…


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sábado, 20 de enero de 2018

PUSHKIN (Poema)


























PUSHKIN

Como una estrella
surgiste
del fondo de la noche,
para extraer de las estepas,
con tu afilada pluma,
lo mejor del alma rusa,
la voz del pueblo…

La semilla,
de aquellos viejos cuentos
y poemas,
que de niño te contaron
con ternura,
junto al calor de un samovar,
tu abuela y tu aya,
una humilde campesina,
al final germinó dentro de ti,
que, podías haber sido,
solo un joven instruido
al uso,
un pedante,
un estirado si se quiere,
educado en la lengua
de Moliere y de Voltaire,
para orgullo de tu padre
y para mayor gloria
de la élite aristocrática,
pero ¡no!

Tú tenías que ser
la pluma de águila
y el ojo de halcón,
el alma de Oneguin,
de Pugachov,
y de Duvrovski,
y de las propias “almas”,
los mujik,
la servidumbre…
el último eslabón,
el pueblo ruso.

Tu mente libre
y tu lengua inquieta
tiraron de la troika
muchas veces,
por las llanuras
camino del destierro…
…Y Anna Kern,
“y el jardín y la piedra,
y aquella rama
marchita de heliotropo”.

Quién te lo iba a decir…
Aleksandr,
que morirías joven,
en un estúpido duelo,
frente a un tipo estúpido
con un pistola cargada por el diablo,
justo
como uno de tus personajes…

Pero el destino es puñetero
y jamás pide disculpas,
y en este caso menos aún,
porque mientras que tú
agonizabas,
él
le abría las puertas al realismo ruso
de forma magistral…

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sábado, 13 de enero de 2018

IVÁN EL TERRIBLE (Poema)



























IVÁN EL TERRIBLE


Príncipe a los tres años,
aprendiste mucho de tus carceleros,
los boyardos,
que de niño,
te trataron como a una alimaña,
peor que al peor
de todos los perros,
Iván Vasílievich,
aprendiste la crueldad
de primera mano,
a veces
es la mejor forma de aprender,
sin intermediarios,
del huerto a la mesa,
adquirir así,
los traumas en vena…
la maldad en tu propia alma.

El Kremlin fue tu cárcel,
y tu hermano Yuri
tu única debilidad,
él el pobre,
con todas sus carencias,
tú, sin afectos,
rodeado de maldad…

El príncipe Andrei
fue la primera victima
de tu jauría,
el pago a sus crueldades…

Ya nunca fuiste el mismo
desde la muerte de Anastasia,
tu amor,
tal vez el único,
hiciste grande a Rusia,
y ensanchaste sus fronteras
mucho más allá de Los Urales,
destruiste Nóvgorod,
mientras que tu alma
seguía retorciéndose
en una crueldad imposible,
que anulaba,
cualquier otra cosa buena
que hubieras podido hacer,
rehén de ti mismo,
mataste a tu hijo a bastonazos,
zar,
tu crueldad no conoció límites,
grande fue,
como tu propio imperio,
grande,
como la luz radiante
del sol de mediodía
o,
la luminiscencia de La Luna,
sobre una Siberia
blanca y lejana
y cubierta por la nieve…

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lunes, 1 de enero de 2018

LOPE DE AGUIRRE (La cólera de dios) (Poema)

























LOPE DE AGUIRRE

(La cólera de dios)

Lope,
ya desde el comienzo
apuntabas maneras,
pues, de joven,
también fuiste,
“domador de caballos”
como el Átrida,
con
esa voluntad de hierro
tuya,
que te obligó,
como a un perro africano
a perseguir a pie,
al juez Esquivel…,

tres años y cuatro meses,
fuiste tras él,
hasta hacerlo cadáver
en la biblioteca,
en medio de viejos legajos…

Pero fue por el río Marañón
entre los humores
de la fiebre y la codicia
donde se hizo presente tu locura,
tu lucidez,
o la claridad de tu mirada,
esa,
capaz de controlar
el cielo y la lluvia
y las nubes de pájaros…

Pedro de Urzúa,
al fin
cayó,
consumido
por la enfermedad,
era el sueño de una pasión,
como si Inés de Atienza
hubiera sido la mosca tse-tse,
pero fue la cólera de Dios,
la qué pronto
se apiadó de ellos
y los mató.

El sueño Del Dorado
fue tu mayor pesadilla,
tu sueño de libertad
y tu locura…
Solo,
solo contigo mismo,
te pasas las noches de vigilia,
ya no te fías de nadie,
y duermes
siempre armado
y vestido de hierro.

Felipe II aún tiembla
con tu carta…
Peregrino
o, Príncipe de la Libertad,
Lope de Aguirre,
El Loco
o, La Cólera de Dios,
¡Qué importa!

Si, tu mayor dolor,
Lope,
fue
tener que matar a Elvira,
tu hija,
qué te iba
a importar ahora,
si te cortaban la cabeza
o que dieran a comer
tus restos a los perros…
Lope de Aguirre.

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