sábado, 13 de enero de 2018

IVÁN EL TERRIBLE (Poema)



























IVÁN EL TERRIBLE


Príncipe a los tres años,
aprendiste mucho de tus carceleros,
los boyardos,
que de niño,
te trataron como a una alimaña,
peor que al peor
de todos los perros,
Iván Vasílievich,
aprendiste la crueldad
de primera mano,
a veces
es la mejor forma de aprender,
sin intermediarios,
del huerto a la mesa,
adquirir así,
los traumas en vena…
la maldad en tu propia alma.

El Kremlin fue tu cárcel,
y tu hermano Yuri
tu única debilidad,
él el pobre,
con todas sus carencias,
tú, sin afectos,
rodeado de maldad…

El príncipe Andrei
fue la primera victima
de tu jauría,
el pago a sus crueldades…

Ya nunca fuiste el mismo
desde la muerte de Anastasia,
tu amor,
tal vez el único,
hiciste grande a Rusia,
y ensanchaste sus fronteras
mucho más allá de Los Urales,
destruiste Nóvgorod,
mientras que tu alma
seguía retorciéndose
en una crueldad imposible,
que anulaba,
cualquier otra cosa buena
que hubieras podido hacer,
rehén de ti mismo,
mataste a tu hijo a bastonazos,
zar,
tu crueldad no conoció límites,
grande fue,
como tu propio imperio,
grande,
como la luz radiante
del sol de mediodía
o,
la luminiscencia de La Luna,
sobre una Siberia
blanca y lejana
y cubierta por la nieve…

Copyright © Servilio Casanova Pestano| Todos los derechos reservados.

2 comentarios:

  1. Precioso poema y en especial el colofón, querido Servilio. Conocía la historía de Iván el Terrible por haberla visto en una película de Eisenstein (el mismo director de El acorazado Potemkin), pero ahora le he vuelto a dar un buen repaso con tu poema, pues incides en lo más importante de su biografía, y además lo haces de una forma bellísima, pletórica de poesía. Comparto con el mayor de los gustos, querido amigo. Besines :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, querida Mayte, yo conocía un poco al personaje y, sobre todo la gran leyenda negra sobre su infinita crueldad... así que me resultaba muy atractivo para adentrarme un poco más en su compleja personalidad llena histrionismo, de inteligencia, de crueldad y de locura, para dedicarle uno de mis poemas a este impresionante lunático...
      Un fuerte, abrazo!!!

      Eliminar